"Quisiera nadar en mi poesía, sacarla a conocer el sol y cómo es la madrugada cuando algunos duermen y otros se empapan de luna y estrellas.
O de lluvia sin paraguas.
Quisiera moverme toda y escribir con mi cuerpo, descalza en la madera sin astillas, que mis índices dibujen lo que imagines,
que la música sea respiración y latido..."
Uniendo punto por punto, como me enseñó mi vieja con una lana y dos agujas, aquellas tardes sin escuela. Y de tejer bufandas largas, largas y con agujeros. Con la tibieza de aquellas manos de niña con trenzas y raya al medio.
Las mismas tardes de aroma a bizcochuelo por toda la casa..."
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