Tengo todo listo, sólo falto yo.
_ ¿Te parece poco?_ me pregunto, y sin vacilar la respuesta… inmediatamente me respondo, _no, claro que no…_
Entonces esbozando una sonrisa, miro por la ventana, me encandilo por el sol, y busco mis gafas, claro que en un bolso tan grande como el mío, no es tan sencillo como parecería encontrar un estuche blando con gafas dentro, entonces revuelto y revuelvo…, te miro para que me ayudes, en cuanto lo hago, te veo venir, metes tu mano en mi bolso y sacas el estuche blando con mis gafas dentro. ¡Qué contenta me pone! Que me entiendas sin siquiera explicarte, ¡qué grandioso! Por eso me emociono, por eso, se me escapa una lágrima a veces, por eso, pierdo la voz otras. Pero también por eso la recupero, porque estoy segura, y la debilidad se va corriendo, la veo de muy lejos cuando me asomo por la ventana, corre sin darse vuelta, ¿la muy cobarde? ya ni me mira, entonces vuelvo a ponerme contenta, y la sonrisa se instala, y entonces muestro lo que tanto me costaba.
¡Sonreír!, por uno o por otro motivo; lo más lindo.
Eh! qué bueno esto! Y qué lindatu sonrisa!
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