martes, 7 de diciembre de 2010

EL DÍA QUE EL CIELO SE NUBLÓ, de Many Aro Geraldes


Se le nubló el cielo celeste, y se le vino un chaparrón, buscó dónde refugiarse, pero no encontró, generalmente debajo de los techos llueve aún más, extrañó el paraguas de su infancia, uno transparente, con un dibujito no se acuerda cuál (algo de una nena rubia, con pilotito rojo, le parece) ¡era lindo en su recuerdo! Prácticamente le tapaba toda la cabeza, casi, casi le llega hasta los hombros, ¿o será que ella era pequeñita, pequeñita… ? Ahora no le gustan los paraguas, será que cuando uno es chico, se divierte más con la lluvia…  las botas, el piloto, el paraguas, y además saltar los charcos.
Hay días que prefiere mojarse, como en este momento…, que sale debajo de ese techo que nada la protegió y camina despacio para no resbalar, sus chatitas están viejas, se cansaron de andar, por eso es que tiene tanto cuidado.
Y la lluvia le cae en el pelo, en la cara, en todo el cuerpo. Y el rimel se le corre, parece como si llorara.

Many Aro Geraldes, año 70 y pico...


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